viernes, 29 de octubre de 2010

la trilogía de las frases hechas (3)

Encaramos la recta final de la trilogía.

Hoy: El tamaño no importa.

Los cojones.

Voy a explicarlo con algunos ejemplos muy gráficos.

1. Intenta meter a un caballo en una lavadora.
2. ¿Con qué te quedas: con una pepita de oro o un lingote del tamaño de una barra de cuarto?
3. Pásate un mes sin comer y que te den a elegir entre un canapé o una empanada gallega.

Creo que con esto basta.

Ah, por supuesto: lo que te dicen en la cama se llaman mentiras piadosas.

Aquí concluye mi ciclo dedicado a frases hechas y dichos populares dignos de exterminio. Espero que lo hayáis disfrutado.

Ha sido un placer.

jueves, 28 de octubre de 2010

la trilogía de las frases hechas (2)

Hoy: La belleza está en el interior.

Pues será en el interior de George Clooney, porque aún no he visto a ninguna mujer babeando por la belleza interior de Vicente del Bosque.

La belleza está en el exterior, coño. En el interior hay otras cosas, muy alejadas de la belleza. ¿Habéis visto a Sara Carbonero por dentro?(1) Porque es basura, eh. Sangre y vísceras. Algo asqueroso.

Así que a la mierda con esto, también.

Hasta mañana, amigos de la frase.

(1) Sí, dijo Iker.

miércoles, 27 de octubre de 2010

la trilogía de las frases hechas (1)

Voy a iniciar una pequeña trilogía sobre los tres dichos populares que más rabia me dan de nuestra lengua. ¿Que los podría poner en una sola entrada? Sí. Pero también podrían soltar a una jauría de lobos hambrientos en la casa de Gran Hermano y no lo hacen. Así que vamos a empezar.

Hoy: Todos los caminos llevan a Roma.

Esta es de fácil comprensión. Y se explica utilizando la respuesta que he dado el 99% de veces que me han dicho esta puta frase:

"Ya, pero es que yo no quiero ir a Roma, coño."

Mañana más y mejor, amigos de la frase.

lunes, 18 de octubre de 2010

chochos

Segundo 0:03.



Pedazo de campaña estos de Carrefour.
Y encima te regalan un portátil.

miércoles, 6 de octubre de 2010

seguridad electrónica

Internet tiene algo que al principio no me parecía mal del todo pero que con el tiempo me ha llegado a hinchar las pelotas hasta límites insospechados. Y no estoy hablando de los banners ni los pop-ups. Eso lo entiendo como impuestos que tenemos que pagar para poder ver porno gratis. No problem.

Hablo de otra cosa. Hablo de los controles de seguridad por palabras. Sabéis a qué me refiero, ¿no?

Aunque no he decidido escribir este post para hablar de verificaciones de este tipo:

Esto lo acepto. 4 letras, bien claritas. No hay problema.
Lo que me ha motivado a escribir esta entrada ha sido esto:

¿Esto qué coño es? ¡Si hasta el propio programa se lo pregunta!

¿mullahs? ¿rnllahs? ¿Y lo otro qué? ¿LO? ¿10? ¿L0? Si tuviera que activar la bomba H lo entendería, pero es que sólo quiero subir un link al facebook. ¿Qué es toda esta mierda?

Lo cojonudo es que el hombre malo que ha diseñado esto sabe muy bien lo que ha hecho y conoce la dificultad de su juego. El muy puta se atreve a vacilarnos y todo: ¿No puedes leerlas? dice el cabrón con retintín. Será hijoputa... Y no sólo eso, sino que se atreve a proponernos más juegos. Prueba con diferentes palabras o con un CAPTCHA de audio. Amigo, ¿pero quién te crees que eres? ¿Saw? Tengo prisa y quiero subir un link, ¡déjame vivir! Ni quiero más palabras, ¡ni quiero un captcha! ¿Qué cojones es un captcha? ¡¿Un pokemon?!

Me estoy calentando, así que lo vamos a dejar aquí. Sólo quiero decir que le pongamos freno a esto. Porque esto es sólo un ejemplo, pero he visto palabras que vosotros no creeríais. Y si ahora hacemos esto, no quiero ni imaginar hasta dónde podemos llegar en un futuro.

O paramos esto ahora o nos haremos daño.