martes, 9 de marzo de 2010

el paraguas

Ayer, al finalizar mi jornada laboral y después de pasarse todo el día nevando en Barcelona, me dispuse a volver a casa. Hay menos de diez minutos a pie desde el edificio donde trabajo hasta el portal de mi casa y, en ese espacio de tiempo, contabilicé un total de ocho paraguas rotos y abandonados en papeleras y aceras. Cuidado, eh: no iba buscando paraguas, no estoy tan loco. Simplemente los iba encontrando a mi paso. Ocho.

¿No creéis que ya va llegando el momento de afrontar este tema como es debido? Lo primero que debemos hacer es aceptar la realidad: el paraguas es una mierda. Y se ha convertido en un objeto de usar y tirar.

El paraguas lo inventó un listo que se pensó que la lluvia cae siempre de forma perpendicular al suelo. Vamos, que el tío lo diseñó pensando que cuando llueve no hace viento. Cuando en un 90% de los casos es justamente al contrario. No sé vosotros, pero yo salgo a la calle con paraguas un día con viento y parezco un cazafantasmas capturando a un espectro imaginario. Y llego al destino empapado de cintura para abajo y derrotado por un paraguas con síntomas de estar vivo.

No diré que es un invento inútil, pero está al límite de dicha consideración. Y no lo es porque como herramienta para el cortejo te puede ofrecer alguna escena romántica de vez en cuando. Pero ya. Yo siempre lo he considerado el artilugio más rudimentario de todos los que utiliza el ser humano. Es un instrumento prehistórico. Un vara y una tela. Ojo que los monos ya utilizaban una rama para taparse. Y en eso nos hemos quedado.

Fijaos: hemos descifrado el genoma humano, podemos operar a corazón abierto y tenemos a sondas fotografiando Marte. Y luego tenemos el paraguas. No me digáis que como raza no somos la polla.

Aceptémoslo, nos hemos clavado en este aspecto. Por ahí nos toca avanzar. No sé como, pero seguro que yendo más allá del chubasquero, que no me convence. ¿Que no hay más soluciones? Vale. Lo dudo, pero vale. Pero entonces una cosa os diré: no estamos evolucionando correctamente.

1 comentario:

  1. No estoy de acuerdo, la cisterna del retrete es mucho peor. La ingeniería no deja de producir maravillas y en cambio no hay cisterna que no se acabe jodiendo.

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