martes, 12 de enero de 2010

los mapas

El otro día cayó en mi mano, por casualidad, un mapa de esos que te regalan siempre que

- Hola, Tex.
- ¿Eh?
- Perdona, es que tengo una pregunta.
- ¿Quién está hablando?
- Soy yo, tu estómago.
- Anda, cómo mola ¿Y qué quieres?
- ¿Hasta cuándo vas a estar comiendo turrones?
- Hasta que se acaben.
- Pues las fiestas han pasado, ponte a comer normal ya.
- Eso será si yo quiero.
- A ver si yo quiero parar de digerir, amigo.
- Mira, tu vas a digerir lo que yo te diga.
- Me tienes contento...
- Oye, estaba escribiendo una entrada, déjame tranquilo.
- ¿Acaso tú me has dejado tranquilo desde el día 24?
- Cállate. Además, no sé qué coño hago hablando con un estómago si los estómagos no hablan.
- Pues tú mismo, entonces estás hablando solo.
- Vale, sí que hablan, pero déjame en paz.
- Escúchame bien. Dejarás de apurar las sobras de navidades desde ya.
- ¿O sino qué?
- Esto.
- ¡Aaggh! ¿Qué coño a sido eso?
- Yo. Y puedo volverlo a hacer.
- ¡Aaaaaghh!
- Es mi último aviso. Se acabaron los turrones, polvorones, mazapanes y demás mierdas. Nada hasta nueva orden.
- Me pienso comer una col cruda.
- ¿A sí?
- ¡Aaaaaaggrh! ¡Para, para, para!
- ¿Me has oído?
- Serás cabrón...
- Me tomaré eso como un sí. Ya puedes seguir con tu post.
- Me has quitado las ganas.
- Te estaré vigilando.
- Malo... ¡Estómago malo!

Lo siento, amigos.

3 comentarios: