lunes, 28 de septiembre de 2009

cuadernos oxford

Mirad el siguiente vídeo:



Os transcribo todo lo que pasó por mi mente cuando lo vi por la tele: “Vaya, un trailer que no tengo visto... oh, el inicio es interesante... parece una peli de Gondry, pero ¡ojo! Segunda Guerra Mundial... Spielberg tiene que estar metido en esto fijo... recórcholis, un toque romántico para enganchar al público... ¡qué listos! hostia, qué guapo lo del metro con la masa negra esa... que no vaya a ser lo nuevo de Guillermo del Toro o Sam Raimi. Mmmm... vaya, parece que no es un trailer... es... es ¿un anuncio? uau, el producto tiene que ser la hostia... una pócima para conseguir la vida eterna o una máquina para viajar en el espacio-tiempo... a ver, a ver...”


Nada de eso, amigos. Una puta libreta.

Puede que sea un poco quisquilloso, pero ¿no es excesivo todo este tinglado para vender un puto cuaderno? ¿O es que realmente es un cuaderno mágico?

Sr. Oxford, como me compre esta libreta y no pueda conquistar el mundo nos veremos las caras en los tribunales. Aviso.

lunes, 21 de septiembre de 2009

la cebra

Ser cebra es una putada. Y nadie se da cuenta de eso. A vosotros os hace mucha gracia ese pelete a rayas, y eso es porque no os habéis puesto en su lugar. En un sitio como África, donde los animales lucen pieles grises, ocres y marrones para pasar inadvertidos, en ese contexto, va el señor creador y mete a la cebra.

Esto no es un pelaje, amigos, esto es una venganza. Se tiene que ser cabrón para crear a un animal que vive amenazado por depredadores en las llanuras africanas y pintarlo de blanco y negro. Cojonudo señor creador. Cojonudo. Te querías divertir, ¿no? Haberle puesto también intermitentes.

No dejo de imaginarme a Dios, el sexto día, ya hasta los huevos de hacer animales, pensando 'venga va, vamos a innovar'. Y en esa fase de delirio pre-vacacional, con alguna birra de más, empezó a hacer locuras, como el ornitorrinco, el flamenco o a la cebra. Se te puede perdonar todo, Señor, pero con la cebra fuiste muy cruel.

He leído muchas justificaciones acerca de ese llamativo pelaje. Hay zoólogos que dicen que las rayas son un mecanismo de camuflaje. Mis cojones. Serían un mecanismo de camuflaje si vivieran en un cuadro de Pollock o en el maravilloso país de los códigos de barras, ¡pero viven en la puta sabana, joder! Y algunos biólogos aún insisten, dicen que cuando corren en manada el león se siente confundido por tanta raya. Esto es cierto, sólo tenéis que mirar cualquier documental sobre Áfirca y veréis a los leones acojonados cuando se acerca una manada de cebras. El otro día vi, en un documental, cómo dos leones adultos mantenían la siguiente conversación:

- Tío, mira, se acercan las cebras... con sus rayas.
- Joder, Joe, ¿qué hacemos?
- ...
- ¿Joe?
- Voy a ir.
- ¿Cómo? ¿¡Te has vuelto loco!?
- Tío, nos tenemos que arriesgar.
- No Joe. Con las cerbas no.
- Dile a Simba que le quiero.
- ¡No! ¡No vayas Joe! Ven, ¡vuelve! ¡No las mires a directamente! ¡No les mires sus rayas! ¡Joeeee!

Pues eso.

Dios, ahí te pasaste. Así como te digo que la clavaste con las varitas de cangrejo, con la cebra te pasaste pero bien.

lunes, 14 de septiembre de 2009

coleccionables

Cada septiembre vuelven las colecciones por fascículos. Teteras del mundo, muñecas de cuento, zippos de leyenda, relojes de época... ¿Alguien se ha acabado alguna? Nadie coño, nadie. Porque todo es basura. Basura coleccionable. Basura precintada y distribuida por fascículos, pero basura.

Pido públicamente que se acaben todas estas colecciones de mierda, entre otras cosas porque los quioscos parecen el vertedero municipal y uno no puede ni pasar por delante.

Para facilitar las cosas, lanzo una propuesta a las editoriales: poneos de acuerdo entre vosotras y sacad una única colección. Esta:

Colección 'Primeros fascículos de colecciones de mierda del mundo'. Cada semana un fascículo de mierda con un objeto de mierda para colocar en la estantería con el objeto mierda que entregaremos la semana que viene. Con la primera entrega, gratis, el mueble de mierda donde colocar toda la mierda que acumules. ¡Por sólo 1€!

jueves, 10 de septiembre de 2009

piedra, papel, tijera

Quien sólo vea un juego de niños detrás de estas tres palabras está cometiendo un grave error.
Quien sólo vea objetos que se lance al vacío desde un ático ya.

Como juego no tiene parangón. Para jugar sólo necesitas dos cosas:

a. una mano
b. una espalda para ocultar la mano

En principio todos tenemos las dos cosas. Y si os falta alguna de las dos espero que sea la primera. Si tienes la primera y te falta la segunda, vigila, es muy probable que seas un mutante. Pero bueno, que si tenemos una mano y una espalda, lo tenemos todo para entrar en el Olimpo del entretenimiento. Muy pocas cosas requieren sólo de una mano para pasarlo bien. De echo sólo existe una más a parte de esta.

En el sentido lúdico, pues, es brillante. Pero quedarnos sólo en el divertimento sería no hacer justicia ante semejante sistema. Estamos ante un método de elección perenne. Ante un juez implacable que nunca falla. Ante una nueva forma de gobierno. Si de mí dependiera, ante la vía para acabar con los conflictos armados.

Es un juego sin fisuras. Limpio como pocos. No da pie a discusiones ni polémicas. Y en su sencillez radica su grandeza. Jamás tres palabras tan comunes han tenido tanto poder.

Esta maravilla se inventó en China, cómo no. Desconozco quien fue el autor de semejante obra de arte, pero donde sea que esté: gracias, amigo. Gracias.

lunes, 7 de septiembre de 2009

post-verano

Oficialmente, ya estoy de vuelta. Pero me está costando mucho el regreso a la vida 'normal'. Estoy apático, sin ganas de hacer nada. Me duele la cabeza y tengo fiebre. Hace días que la gente me mira raro. Nadie se me acerca. Y los que lo hacen llevan puesta una mascarilla. Estoy preocupado. Creo que algo no va bien.

Hoy, por ejemplo, he gastado mi humilde dosis de perspicacia diaria en el título del post. Ahí he estado bien, sí, pero ya. Intento producir algo más, un chiste, una frase graciosa, pero nada. Así que, a falta de ingenio, utilizaré el recurso del caca-culo-pedo-pis. Disculpadme, no se va a repetir.

Ahí va: