lunes, 25 de mayo de 2009

la mosca del polvo

Odio a los insectos alados, vaya eso por delante. Pero quiero hacer un homenaje a mi favorito. Esta mosca es un prodigio de la naturaleza. El 99% de los insectos con alas nacen una función programada en su código genético: molestar. Qué digo molestar, tocar los cojones sin medida. Pero ella no toca los huevos, ella se toca los huevos. La llamada comúnmente mosca del polvo es pacífica. Vaga. Se mueve lo justo. Y vuela menos aún. Su pasividad me tiene admirado. Te acercas a ella con actitud beligerante y ella no escapa volando. Ella suda. De ti y del mundo. Se da media vuelta y sigue a lo suyo. Y, en ese momento, si estas muy muy callado puedes llegar a oír una voz amoscada que proclama: “dos no se pelean si uno no quiere”.
Tenemos tanto que aprender de ella.

Por todo esto pido abiertamente la amnistía hacia este colectivo. Con las otras moscas no. Con esas, a muerte. A ver si aprenden de una vez por todas qué actitud han de adoptar para tener una vida más longeva.

Que viva la mosca del polvo.

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